Durante un tiempo algunos
escritores de Mendoza nos hemos reunido en Cafés Literarios, cuyo estímulo ha
sido la producción libre y la diversidad temática. Crear para un escenario de
escucha atenta requiere que el autor busque la singularidad, la experimentación,
la innovación, el arte, lo extraordinario. El escritor se convierte en este
contexto en un Barista de la Palabra.
El Café de los Encuentros abraza
esta idea de creación. Un sitio de lectura que representa un viaje hacia mundos
reales o imaginarios a través de la soledad reflexiva. La experiencia involucra
un acto que genera una interfaz natural entre el autor y el lector.
En torno a una taza de café se
conquistan ideas, proyectos, sueños, amores. El Café Literario es un lugar para
existir y para morir igual que las páginas de un libro. El tiempo se detiene en
ellos, allí se origina el caos, el reloj sin números.
Es reconocida la atmósfera de
estos como verdaderos epicentros de vida social con una fuerte repercusión en
la escena cultural.